La vida tiene sentido, las piezas encajan o todo cuadra cuando salimos de la rueda del Karma (causa-efecto) para introducirnos en la del Dharma (sagrado). Y es tu elección que esto suceda. Para ello hay que dejarse fluir y remar a la vez.
Fluir es atender los mensajes que la Inteligencia Superior nos deja en cada momento en forma de personas, carteles, imágenes, llamadas de teléfono, acontecimientos,….Y remar es tomar acción cuando en escucha atenta, estos mensajes, nos indican una decisión concreta.
El karma son aquellas acciones fruto de los actos humanos y a su vez conflictos no resueltos en nuestro sistema familiar u otros sistemas que nos “tocó” resolver. Dharma es el gozo de un camino repleto de abundancia, dicha, complitud y servicio. El karma se manifiesta en los ciclos de repetición y en la insatisfacción permanente. El dharma en la paz y alegría interna que nos produce hacer cada acto cotidiano. Es la belleza, entereza, enfoque y motivación que da un estado de transparencia, una mente pura y una percepción clara.
¿Cómo salir de la rueda del karma? Primero queriendo desde lo profundo y después indagando en uno mismo, en lo que te han hecho creer que eres. Técnicas de diagnóstico, métodos de resolución hay por un tubo, solo tienes que empezar con la que más te resuene al principio para que se comience a tirar del hilo del ovillo y desenredarlo. Esto hará que cada día haya más lucidez, sosiego, liviandad y alegría. Teniendo presente que habrá atascos, aparentes retrocesos, desánimo, ganas de abandonar, mucha práctica….pero que una vez comenzado ya no hay vuelta atrás. Tal vez por esto digan que este es un camino de guerreros ya que la perseverancia, la voluntad, la fortaleza y el entusiasmo tienen que estar presentes. De ahí que haya que querer desde lo más profundo.
¿Cómo entrar en la rueda del dharma? Una vez que comenzamos a aceptar lo que nos sucede, a liberar el dolor que esto nos produce hasta el máximo, a expresar neutralmente lo acontecido, comienza la integración del proceso. De esta manera cada día somos más libres, más auténticos y es cuando comenzamos a vernos en realidad y saber quiénes somos y para qué estamos aquí. Y es entonces cuando enfocamos nuestras acciones hacia la manifestación del “paraíso perdido”, en una continua rueda o proceso de “liberación de conflictos-integración de lo transformado”, hasta que un día, en esta u otra vida, lleguemos a completar el óctuple sendero.
El Octuple Sendero
1 Visión Perfecta
2 Emoción Perfecta
3 Habla Perfecta
4 Acción Perfecta
5 Subsistencia Perfecta
6 Esfuerzo Perfecto
7 Atención Perfecta
8 Samadhi Perfecto (Meditación Perfecta)
Entendiendo por Perfecto, lo Equilibrado.
Visión Perfecta es ver las cosas tal y como son, sin el filtro sociocultural desde el cual abordamos y damos por terminada nuestra experiencia humana, sin los condicionantes psicológicos a los que constantemente nos atamos. Para desarrollar una visión perfecta hay una serie extensa de prácticas muy diversas, como lo son varios tipos de meditación. Una visión perfecta permite percatarnos de que todas las cosas son impermanentes, insustanciales e insatisfactorias.
Emoción Perfecta es poder desarrollar un muy fino modo de sentir, más allá del desenfreno y del desbordamiento de emociones que nos pueden llevar a la apatía, a la euforia, al dolor, a la furia, a la confusión, a la mala interpretación o al caos. La emoción perfecta se desarrolla a través de la ética y la compasión y muy especialmente de la humildad y el amor a todos los seres sintientes, ponernos al servicio de los demás es una muy buena práctica que puede generar emoción perfecta.
Habla perfecta es comunicar de verdad, no solo hablar por hablar, no hablar desde la aversión o el odio, no mentir o confundir, solo decir la verdad y hablar cuando sea necesario de un modo siempre eficaz, ágil y dinámico, una buen método para desarrollarla, es practicar silencio, esta práctica se puede llevar a cabo, de vez en cuando, y con ella podemos darnos cuenta de la cantidad de cosas que pasan por nuestra mente y que informan nuestros actos, además de que nos permite experimentar la calma del silencio y con esto contemplar la naturaleza de nuestra habla.
Acción Perfecta, nuestros actos están informados por lo que traemos o albergamos en nuestra mente, si existe el desorden o el caos en nuestra mente, esto se verá reflejado en nuestras acciones, la acción perfecta es sin duda un acto perfecto y lo que lo hace perfecto es la armonía, el respeto y la ecuanimidad con la que nos conduzcamos.
Subsistencia Perfecta es trabajar para vivir de un modo honrado y honorable, que no sea dañino ni para ti ni para otros, que no rompa con los derechos o la salud de los demás, que ganar dinero no implique el robo, el abuso, la extorsión, el dolor de los animales o el dañar la salud de quien sea, la práctica recomendada es simplemente tomar conciencia y vivir de un modo sencillo.
Esfuerzo Perfecto es asumir con disciplina, compromiso y respeto una serie de acciones que nos lleven a conquistar nuestras metas, sin desidia, sin cobardía y sin pretextos. Para lograr esto se necesita fuerza, convicción y honestidad, la voluntad no es una fuerza, es una simple elección, hacer un esfuerzo perfecto implica dedicación, disciplina y contento.
Atención perfecta es estar en un solo lugar en un solo tiempo, es afinar nuestra capacidad de visión, es poder comprometernos a darle seguimiento a un hecho, a una circunstancia o a una práctica, es detener el dialogo interno.
Samadhi Perfecto es el fruto de transitar un sendero de completa transformación. Es cuando la Visión Perfecta ha empapado todo el ser y no se percibe otra manera de experimentar el mundo.